Nosotros

Nosotros
"...cabalgaras solo hacia la carcajada perfecta..."

jueves, diciembre 05, 2013

El carnaval de la gente y del Presidente. Oruro



Nos despedimos de Uyuni. Era de Noche. Mucho Frio. Algo de Viento y mucho humo de salchipapas en el aire. Nuestro recorrido estaba decidido. Oruro. Los carnavales. Allí fuimos. Nuevamente en nuestro afán de abaratar el viaje. Nos subimos al bus más barato. La ruta era de noche. Muchos tramos de evidentes baches y ripio y tierra. Perfecto. Cuando el camino se siente. Cosa que muchas veces el pavimento te priva. La mayoría de los paraje saque atraviesa (une mejor dicho) la ruta no tienen luz. La ruta a lo largo de su trazado no tiene luz, salvo algunos postes cada tanto. La tierra del camino la sentíamos en el aire muy presente. Allí arriba del bus, los que menos sufrían la polvareda eran los que cargaban sobre sus falsas sus grandes cargas: Apoyaban la nariz contra la tela de sus bolsos y respiraban tranquilos en sus improvisados barbijos. Nosotros hacíamos otro tanto con nuestros puyos y chalinas.

La llegada a Oruro fue de madrugada también. Esta vez un poco más tranquilos de conocer como era el manejo nos quedamos descansando un rato más en el micro, hasta que el chofer nos anunció que la terminal abría y que podíamos ir a desayunar allí. Un café con leche no se rehúsa nunca. Mientras romi hacia su merecida pasada por el baño, yo pedía unos café con leches con tostadas (medialunas por favor!!!) Unos cuantos bolivianos y allí estábamos disfrutando el amanecer, en el ventanal más grande del bar de la terminal de Oruro. Una vez comidos y algo aseados, cargaos nuestras mochilas y emprendimos la búsqueda de hospedaje. A continuación nos sucedió algo insólito que no nos pasó nunca más. Nos pidieron pasaporte en la calle. Un supuesto operativo de calidad migratoria en la calle. No hubo problema nuestros pasaportes estaban en regla. La policía hizo su teatro de revisar mochilas, y listo nos dejaron seguir.

Es importante recordar la fecha. Febrero. Principios de Febrero. Pleno carnaval. Y Oruro es la capital nacional del carnaval. El Carnaval de Oruro es conocido y famoso a nivel mundial. Fue declarado Obra Maestra del Patrimonio cultural de la Humanidad por la UNESCO el año 2001. Asique imagínense que había muuuucha gente. Es muy difícil conseguir hospedaje. Pero Bue, para el viajero con pocas pretensiones y equipajes, le resulta un poco más cómodo. Conseguimos un cuarto que se alquilaba arriba de una farmacia, muy barato y lindo. Así Fue que dejamos las mochilas, y nos dedicamos a recorrer. En la esquina nomas de nuestro hogar, nos encontramos con un desfile sin fin. Comenzaban las fiestas cívicas: Miles de chicos de los colegios de la zona, portaban los colores y las banderas. Orgullosos, borrachos más de uno seguro. Pero ahí estaban todos con una alegría contagiosa.

Recorrer las calles de Oruro por las mañanas es muy lindo. Con los clarinetes, trompetas y fuegos artificiales de fondo más aun. El centro que es un sincretismo entre arquitectura colonial y contemporánea, a nuestro gusto es menos pintoresco que Potosi. Buscamos una panadería, compramos unos panes y nos sentamos en las gradas que se disponían frente a la plaza principal. Allí estábamos, en platea preferencial, con el mate en mano y los panes preparados con dulce de leche mochilero. La gente expectante se acomodaba en las gradas. Algunos reservaban lugares para sus compañeros que también habían ido a comprar provisiones, para la mañana de carnaval. Se rumoreaba que desfilaba Evo. El rumor era suficiente para tomar la decisión de quedarnos ahí sentados el tiempo necesario.

Nos quedamos impresionados con la solemnidad y seriedad que se toma una fiesta que rebalsa de alegría. Ojo! Esa seriedad con que se toman la celebración, no le quita diversión. En un momento tuve el desafortunado intento de silbar a las caravanas que desfilaban, a lo que un paisano me dijo muy respetuosamente “no estás en una cancha de futbol”. Ahí estaban mostrando sus ropas y colores. No son disfraces. Son trajes de gala. Desfilaron, las escuelas, las cooperativas de minería, las instituciones policiales, el ejército, los empleados públicos. Todos estaban ahí representados en la fiesta. 

Entre mate y mate, nos sorprendíamos con los trajes típicos que desfilaban, las caras de los más pequeños señalando algún hermano o maestro de escuela conocido que desfilaba frente a ellos. Y sin dudas el momento donde todo Oruro estuvo de pie fue cuando evo paso caminando tranquilo, por medio de la calle, frente a gente y a una plaza emocionada hasta las lágrimas.
 
Así siguió el desfile hasta altas horas de la noche. Pero nosotros nos íbamos a la noche así que decidimos seguir recorriendo esta bella ciudad. Un lugar que es imperdible es la virgen del Socavón. Al pie de la plaza mirando hacia los cerros es imposible no reconocer allá arriba entre los apus, una enorme figura blanca y celeste de la virgen. Ahí decidimos ir. Nos subimos a un minibús pequeño abarrotado de gente con bolsones y luego de unas cuantas curvas y contra curvas que recorrían el cerro, por un camino justamente apretado contra la montaña, llegamos al pie de la virgen. Un sendero de tierra y unas cuantas escalinatas separan el paradero del bus de la flamante virgen. No es fácil subir. A pesar de ser un corto recorrido, cumple con el requisito de todo peregrinaje: cierta penitencia, que atraviesa el peregrino para probar su fe. En ese escaso recorrido de nos mas de 300 metros, nos cruzamos abuelas y madres y padres de familias,  entradas en carnes y en años, subiendo pasito a pasito a saludar a su protectora.

La virgen del socavón es la patrona y protectora de los trabajadores de las minas y sus familias. Allí en las profundidades de la tierra donde el diablo afila sus garras es importante estar protegido y bendecido. Por eso las cooperativas mineras y el gobierno de Oruro, construyeron una obra faraónica: Una estatua de la Virgen de más de 20 mts de altura en el cerro más alto de la ciudad. Es imponente. Con el cielo celeste, el blanco inmaculado de la virgen contrasta al punto que hay que desviar la vista. Agachar la cabeza. Demanda humildad. Ahí llegamos nosotros, como peregrinos, que traíamos ya unos cuantos kilómetros encima. Nos sentamos a los pies de la Virgen del Socavón preparamos nuestro mate y nuestros bizcochitos, con el mismo rigor que un párroco prepara el vino y comparte el pan.

1 comentario:

  1. Que bello todo lo que relatas, admiro tu capacidad de mezclarte entre tanta cultura diferente, aveces creo que tengo que abrir mas mi cabeza y mi corazon!! segui escribiendo ,que me gusta mucho

    ResponderEliminar

Gracias por acercarnos tu opinión y darnos por un ratito tu atencion