Nosotros

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"...cabalgaras solo hacia la carcajada perfecta..."

sábado, diciembre 14, 2013

Un Lemon Pie en (La) Paz, frente a la plaza murillo.


Nuevamente una terminal es el escenario de una nueva historia. El horario esta vez fue un poco mas respetuoso de nuestros ritmos y nuestro bolsillo. A la hora de la cena ya estabamos sentados tranquilos, con la cara fresca, un mate preparado, las patas sobre las mochilas y el mapa de La Paz en las piernas deliberando que haciamos. El viaje desde Oruro a La Paz fue muy tranquilo, como todos los demas. Viajamos un domingo a ultima hora por lo tanto tuvimos la suerte de compartir con todos aquellos bolivianos que se hbaian hecho una escapada hasta Oruro por los carnavales y volvian a retomar tareas y labores. Al estar a unos tremil y pico de metros, sobre el nivel mar, los oidos y la altura nos van despavilando, para no perdernos el espectaculo de llegar a la ciudad: Desde las rutas que bajan a la ciudad por la noche uno puede ver infinitas luces, que de momentos da la impresion de estar mirando el cielo.

La verdad no teniamos mucha intencion de quedarnos en La Paz. Era la primer gran ciudad de todo el recorrido, y nos sentimos mas comodos en la comoda ruralidad, que entre bocinas y semaforos.Pero por causas de fuerza mayor (entiendase gran temporal), se suspendieron los micros hasta el dia siguiente. Por lo tanto sin renegar, nos alegramos de tener un tiempito para conocer una de las ciudades mas alta del mundo. Sin dudas el Nombre de "la paz", no se lo han puesto por su calma, ya que tiene un agitado ritmo de vida. PEro sin dudas, debe haber pocas ciudades en el mundo tan cosmolitas y con tanta armonia. El aymara es un idioma oficial y en muchos lugares uno encuentra los carteles de los locales en aymara y español, y no para el turista precesamente.

Como les contaba estabamos de noche y con mucha lluvia en la terminal. Sabiamos que nos quedamos pero no donde. Es comun que las terminales cierren durante la noche en Bolivia. Por l tanto uno tiene que buscar otro lugar para quedarse. Varios mochileros que no tenian pensado hacer noche en La Paz decidieron improvisar su refugio de la lluvia y la noche bajo el techo de la parada de un omnibus fuera de la terminal, otros intentaron sin suerte esconderse dentro de la terminal fuera de la vista del guardia de seguridad, sin mucha suerte. Nosotros decidimos salir a buscar hospedaje comodo y barato. NOs pusimos las capas de lluvia, cargamos las mochilas y salimos a la calle. La lluvia lejos de molestar, refrescaba la calida noche paceña. Encontramos un sucucho. Cama y agua claiente por las pocas monedas que podiamos ofrecer, era un buen negocio. Acomodamos todo, y aprovechamos las pocas horas que nos quedaban de la Noche.

En la calle lluvia mucho. Queriamos recorrer el centro de la ciudad. Taxi bajo la lluvia hasta un cafe en la plaza central. Nuestra recorrida de La Paz bajo ese temporal no iba a llegar muy lejos, bajo la tormenta. Mas cuando entramos al cafe y sentimos un aroma a cafe, que nos levanto las capas de lluvia. Elegimos una mesa cerca de un ventanal. Dejamos colgadas nuestras capas para que se escurran y nos sentamos a mirar la lluvia caer. Decidimos mimarnos con todo eso. A veces en medio de un vijae como este, los gustos son cosas que uno se da cada tanto. Ese era uno de esos momentos. Veniamos de te y galletitas de agua. PEdimos la carta. No nos costo decidir: Chocolate caliente y Lemon Pie. Y Que felices. LAs patas frias. La ropa sucia y humeda. El pelo duro y mojada. Pero una sonrisa y una calma incomparables. AHi estabamos frente a la plaza Murillo, aunque la densa lluvia no nos dejaba ni reconocer su monumento mayor.

La Paz tiene mucho para conocer. Si solo cuentan con una mañana como teniamos nosotros, creo que tienen dos opciones. O se dedican a sacar fotos desde los infinitos miradores de la ciudad y los nevados que la rodean o se dedican a perderse una mañana en el Mercado del alto, como lo llaman a uno de los mercados mas grandes del mundo. No se imaginen un emrcado. Imaginense un barrio entero, con calles enteras dedicadas a diversos rubros, y cada calle repleta de puestos en la calle. Todo acompañado de innumerables vendedores ambulantes de todo tipo de cosas. Hasta pueden encontrar consecionarios de venta de automoviles en la calle.

Prestar atencion a la dinamica de estos mercados es algo que vale la pena. A simple viste uno percibe cierto caos y desorden. Pero lejos de eso, el mercado responde a una seria de reglas, que en los andes se remontan a la epoca anterior a los mismos incas. El intercambio y la reciprocidad se encuentrar en todas las transacciones. EL regateo lejos de suponer un abuso es una forma de dar y recivir: A veces a algunos productos se les saca mas ganancia y aveces menos. Y esto se ve mas claro en los puestos de comida callejeros que para muchos es o mas parecido a la comida casera, o incluso a una comida hecha en casa. Los vendedores muchas veces duermen en sus mismo puestos y muchos incluso viven en ellos. El mercado tambien se convierte en un excelente punto de encuentro para el dialogo y la organizacion. Mas aun teniendo en cuenta que une a pobladores no solo de la zona. Los campesinos bajan e los serros, y suben del fondo del valle para compartir sus productos. De esta forma se genera un rico intercambio. De bienes y de ideas.

Nos tomamos una rica sopa de quinoa con charque, compramos unas camperas engomadas y seguimos viaje. Tuvimos sufieciente ciudad. Ahora rumbo al lago mas alto del mundo. El Titi Caca.

2 comentarios:

  1. EXCELENTE RELATO!!!! por un momento creí estar en La Paz, buen viaje!!!

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  2. Muchas gracias. Te invito a seguir recorriendo el blog

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